domingo, 22 de diciembre de 2013
jueves, 14 de noviembre de 2013
martes, 21 de mayo de 2013
LA ÚLTIMA FIESTA
La oscuridad
invadía el interior de aquel viejo recinto, por los cristales entraban
unos tenues reflejos y se podía apreciar cierta claridad provocada
por la luna, que esa noche, cómo no, era luna llena. El silencio se rompió cuando
empezó a sonar por el hilo musical El Concierto de Aranjuez.
En ese
preciso instante comenzó la fiesta, y tal como era costumbre cuando sucedían
este tipo de eventos, todos se dieron cita en el pasillo central. Esa noche los
tarros de patatas cocidas Gutarra estaban jubilosos de no haber acabado por la
mañana en algún carrito de compra, y por primera vez, se alegraban
de no haber pasado por las manos de la cajera de turno. En la calle de las
salsas se oía una algarabía fuera de lo normal; ese pasillo estaba mucho más
animado que el de las patatas. Además de ser conocido por todo el
supermercado como la sección de los guiris, por la internacionalidad
de sus productos, se le conocía como el pasillo ‘cubano’ por la variedad
de salsas que allí se podían encontrar: salsa brava, bechamel, barbacoa,
americana, ketchup, agridulce, mahonesa, tártara, tabasco, rosa, jalapeña
y por supuesto, la salsa Perrins.
Ajenos a todo
el barullo de esa noche primaveral estaban ellos, la salsa Perrins y
el tarro de patatas Gutarra. En esos momentos sonaba por el hilo musical la Pequeña Serenata Nocturna de
Mozart. Esa noche no celebrarían como en otras ocasiones la llegada de una
oferta especial ni la semana fantástica o la semana de la China. No. Esa noche,
se celebraba una despedida, porque con la llegada de los recortes el
supermercado dejaba de importar productos ingleses, y la salsa Perrins estaba en
primer lugar para abandonar el recinto.
Las
despedidas de los productos en los supermercados no solían ser tristes, todo lo
contrario, puesto que salir de allí significaba que te ibas a un
restaurante o a un hogar, y claro, allí te valoran, te miman y te aprecian por
encima de todo, entre otras cosas porque para eso te han comprado.
Pero esta
despedida fue muy diferente a las anteriores, y por ello, sentó un precedente a
partir de esa noche; la llamaron… la fiesta injusta. Sonaba ambientalmente el
aria ‘La reina de la noche’ de la ópera La Flauta Mágica de
Mozart.
Para Perrins
y Gutarra este final que se iba a producir en tan solo unas horas, significaba
algo distinto. A pesar de no tener muchas cosas en común y desde el principio
estar en secciones muy diferentes, se habían entendido muy bien. Los dos
tenían una erre doble en sus nombres, que eso parece que no… pero une mucho,
los dos eran de cristal, y unos meses atrás, los dos habían sido
protagonistas de otro relato.
No hay
antecedentes literarios que hablen sobre tarros de patatas cocidas Gutarra
ni de salsas Perrins, tampoco existen los de mejillones en escabeche o los
de aceitunas rellenas de anchoa, claro está, pero que los hubieran
escogido a ellos de entre miles y miles de productos como protagonistas, es
algo que los marcaría para siempre.
La fiesta
estaba en su punto más álgido y continuaba en todos los pasillos. El hilo musical
les ofrecía en esos momentos La
Cabalgata de las Valquirias de Wagner; las botellas de mojito
se habían desmadrado hasta tal punto que corrían alborotadas y fogosas detrás
de las patatas Lays a la vinagreta, las galletas Chiquilín se deshacían por los
halagos y todo tipo de piropos lanzados por los batidos de Cola-Cao desde las estanterías de
los lácteos, los pobres no podían abandonar la zona de refrigerados porque
tenían que mantener su temperatura fresca y estar siempre por debajo
de los cinco grados. En ese punto, hasta la tímida fabada Asturiana, que
nunca se había movido de su estantería, paseaba solemnemente por todas las
calles del supermercado al son de El Vals de las Flores de Tchaikovsky. Ella
iba escoltada por los macarrones Gallo a un lado y por el arroz La Fallera al otro, los dos
trataban de conquistarla y la llevaban hacia el pasillo de los bombones
para que se deleitara viendo todas las variedades que existían en el mercado.
Al verles pasar a su lado, el pan de molde Bimbo, el muy pillín, silbaba
disimuladamente Las Bodas de Fígaro de Mozart.
Empezaba a
amanecer y los primeros rayos de sol entraban con fuerza en el supermercado. Los
productos iban poco a poco volviendo a sus estanterías y secciones, algunos con
más resaca que otros, pero todos preparados y asumiendo el destino que le iba a
tocar vivir ese día.
Sonaba el
majestuoso Canon de Pachelbel por el hilo musical y ahí estaban ellos: la salsa
Perrins y el tarro de patatas Gutarra. Uno frente al otro, sin saber qué decir
ante lo inevitable, y sabiendo que, aunque la separación era inminente, se
tendrían el uno para el otro para siempre, porque los recuerdos y los momentos
que pasaron en aquel supermercado fueron lo más bonito que habían vivido
jamás.
domingo, 24 de marzo de 2013
EL PUZZLE DE LA VIDA
Si comparamos un puzzle con nuestra vida encontraremos muchas semejanzas, ahí van algunas...
1º. En la vida, te encuentras con muchas etapas. Algunas, hay que pasarlas, otras hay que intentar superar, y otras vienen y van, acorde con la forma de enfretarnos a ellas. Problemas, alegrías, tristezas y un sinfin de obstáculos, que hay que vencer, serán , los que marquen nuestro paso por la vida.
1º. En un puzzle, nos encontramos con muchas piezas. Lo vamos montando poco a poco, pero puede ocurrir que nos equivoquemos de pieza, entonces, nos paramos y probamos con otra ..y así sucesivamente. Algunas veces, nos puede dar la sensación de que no vamos a poder terminarlo nunca porque son demasiadas y parecen todas iguales, pero con constancia y ganas... se terminan todos los puzzles del mundo.
2º. La vida es un reto, pero hay personas que se acomodan a un estilo y forma de vida y son incapaces de cambiar aunque no les satisface del todo la que están llevando, creen, que ser feliz es aceptar todo lo que te viene encima. No tienen motivaciones suficientes para salir de un círculo que han ido formando sin darse cuenta, y viven sólo para que la vida pase, sin implicarse mucho en ella.
2º. El puzzle es otro reto. Hay personas, que ponen piezas equivocadas en varias partes del puzzle y aún sabiendo que están mal puestas y que jamás encajarán con otras que posteriormente se pongan, no ponen remedio y las dejan. Para esas personas, lo más cómodo es ir poniendo piezas para terminarlo pronto, les da igual como terminar el puzzle. Para ellos, es suficiente con acabarlo.
3º. La vida da muchas vueltas, y si cada uno tiene muy claro lo que espera de ella se enfrentará mejor a todas las visicitudes que pueda encontrar. Cada persona tiene que tener claro qué espera, qué puede ofrecer, qué limites cruzar o no, en qué arriesgar, qué valorar, y sobretodo hacer siempre lo que uno crea que es conveniente para sí mismo, sin pensar en el qué dirán, y huyendo de normas y estupilaciones.
3º El puzzle da muchas vueltas hasta que se consigue terminarlo. Son demasiadas piezas y muy parecidas unas de otras , pero cada uno buscará una motivación para acabar y que quede completo. Para algunos supondrá mucho esfuerzo el tener casi que volver a empezar cuando se ha dado cuenta de que algunas están mal puestas , que en un principio parecían que encajaban pero no era así. Si uno quiere acabarlo bien, no importa confundirse todas las veces que haga falta.
4º. Vivir la vida...en definitiva, de eso se trata. Que cada uno elija cómo vivirla, pero, por favor... que nadie se olvide de ser feliz.
4º. Terminar el puzzle. Algunas veces, queda la última pieza por poner, porque se ha perdido o por cualquier otra razón, pero hay que buscar soluciones o piezas sustitutivas para acabarlo, porque será la última pieza que se ponga la clave para ser feliz.
lunes, 11 de marzo de 2013
MI FANTASMA FAVORITO
Querido fantasma de la fábrica de la salsa Perrins:
Vives en Worcester desde el 1 de enero de 1823, son muchos años los que llevas encerrado en
esa habitación en la cual has visto
pasar, día tras día y durante siglos, a miles
de incrédulos visitantes que no ven en
ella más allá de un simple espacio vacío. Me
contaron hace mucho, que algunos de los que contemplaban perplejos aquel
habitáculo triste y desolado llegaban a presentir fugazmente la existencia de un espíritu que, por supuesto, ni era santo,
ni burlón, y ni siquiera tenía algo de deportivo.
Aquel, era el espíritu de un fantasma un tanto peculiar, vamos, el que
todo el mundo querría tener o acoger en
su casa.
Querido fantasma, te
escribo para pedirte un favor. Me gustaría que durante una temporada te trasladaras
a vivir a mi casa. No estoy necesitada
de sustos, ni de sesiones de ouija con
presencias reales, lo mío va más allá, es
como si fuera un experimento, quiero saber, entre otras cosas, qué se siente al
convivir con alguien, que en realidad, no existe.
Querido fantasma, no te asustes, no me he vuelto loca, mi propósito es muy simple. Me gustaría comprobar que la soledad se puede sobrellevar
mejor si tienes alguien con quien compartir conversaciones, inquietudes,
alegrías, penas, confidencias, discusiones y un sinfín de momentos… aunque ése
alguien no esté físicamente en tu mismo espacio ni en tu misma dimensión. Quiero saber, qué clase
de vínculo se puede crear cuando
convives con alguien que sabes que está… pero no está.
Querido fantasma, quiero autoconvencerme de que idealizar a
una persona nos es tan malo como dicen, siempre hay que ser consciente del grado de
idealización que das y por supuesto, por
qué y cómo lo das. Quiero tenerte
presente en mis días tristes y amargos para que me levantes el ánimo aunque no pueda
ver tu sonrisa, quiero decirte buenos días, gracias, lo siento, ¿cómo estás?, y
desearte buenas noches al terminar el día aunque no tenga contestación por tu
parte, quiero que me veas despeinada y desarreglada por las mañanas para no
sentirme perfecta, quiero ponerte un café aunque se quede frío e inmóvil en el
mismo sitio porque nadie lo tome…quiero sentir
que puedo olerte, oírte y hasta que te
puedo casi tocar. Quiero cuidarte y que me mimes, quiero empezar a quererte y
que me enseñes a no olvidarte,
Querido fantasma, quiero que te conviertas en lo más
importante de mi vida durante la temporada que te alojes en mi casa y que el
día que decidas irte note tu ausencia como si hubieras sido real.
Espero verte pronto por aquí. Mándame una señal cuando
llegues.
¡¡¡¡¡¡RINNNNNNGGGGGGG !!!!!
(Vaya… ¿quién llamará a estas horas? Sea quién sea ¡qué
inoportuno!)
jueves, 24 de enero de 2013
TEMAS VARIADOS
Aquella tarde no hablarían del apareamiento de las abubillas en primavera ni de los misterios de las pirámides de Egypto, no, esa tarde dejaron de comentar los documentales de la 2 para adentrarse en conversaciones mucho más convencionales. Tenían poco tiempo pero el suficiente para tomar un concentrado de piña y un agua con gas caducada. Ella, de vez en cuando miraba con impaciencia a su alrededor, solo miraba, porque desde luego con su miopía no podía ver más allá de dos metros de donde estaba sentada. Él, tranquilo e impasible y sin preocuparse de la hora, se enroscaba la bufanda al cuello mientras le hablaba de una ola de frío que ocurrió en el siglo pasado. Ella, le miraba perpleja, puesto que el tema del clima continental en la Península Ibérica no lo habían tocado hasta ahora.
De repente, y sin previo aviso el tema derivó en asuntos gastronómicos. Él insitía en el buen hábito de comer zanahoria y de las propiedades beneficiosas para la salud, ella, interiormente se preguntaba, ¿cómo habrá que comerla para que haga mayor efecto, cocida, cruda, frita, deshidratada o tal vez rallada? pero en vez de preguntar eso y pecar de desconocimiento del tema asentía con la cabeza y le afirmó que haría caso de su consejo.
.Se dió cuenta, en ese mismo instante, que ciertos animalillos famosos que comen zanahorias saltan asilvestrados por los montes, cual cabritas de Heidi, poseen muy buena vista y por algo será...
Sin saber ni cómo ni porqué salió el tema de las piñas, piñas maltratadas las pobres, él le explicaba con mucha vehemencia que las pinchan y las meten glucosa, y ella, desconocedora absoluta de semejante sacrilegio se sintió engañada por el frutero de toda la vida al que cuando le pide una piña dulce hace todo un ritual de coger una, dejar otra, quitarle una hojita de arriba, tocarle el culo (a la piña)..¿y total para qué? se preguntaba ella, en ese momento, si van a estar todas dulces...que le acababan de desvelar el secreto, que no hay piña sana..., que a todas las pinchan como si tuvieran diabetes...le iba a oir el frutero el próximo día Já..
Minutos más tarde pasaron a hablar del emperador pero no precisamente de César Octavio Augusto, ése ya les tocaría comentar cuando se adentrasen en el tema del Imperio romano, él se refería al emperador de comer, al de mar, a ese que no tiene espinas y que como te lo den de la parte seca te puede servir de chicle. En este caso, él no habló de las 1001 recetas que seguramente conocía para prepararlo, el tema emperador se convirtió por unos instantes en algo más cercano a Alfred Nobel que a Arguiñano. La mente de ella no daba para tanto, le iba a mil por hora intentando recordar la tabla periódica de los elementos, metales, no metales, valencias...etc y al mismo tiempo se preguntaba, ¿por qué tenían que salir estos temas tan tan de "saber y ganar" en vez de "pasapalabra" o el "1,2,3"? Cuando salío la palabra mercurio a ella le vino a la cabeza el desatre que se formaba cuando se rompía un termómetro de los de siempre y millones de bolitas plateadas se esparcían por todo el suelo. ¿Eso tan asqueroso y dificil de atrapar tenían los emperadores en su interior?, pues era fácil la solución; primero, se abre el emperador y con mucha paciencia vas uniendo todas las mini bolitas hasta que se hace una más grande. Y cuando se disponía a escuchar atentamente la pertinente explicación por parte de él y descubrir si coincidía con la que ella se había imaginado, la conversación se quedó interrumpida por la hora. El reloj marcaba las...qué más da que hora era, los dos se fueron apresuradamente, se despidieron hasta el día siguiente para seguir hablando de... de temas variados
El pensaría, "qué pena ahora que le iba a hablar de los erizos de Denia"...
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